En
el año 1516 el duque Guillermo IV de Baviera aprobó la Ley de la Pureza
Alemana, una legislación tan amada como odiada que tuvo como objetivo regular los ingredientes oficiales que debía contener la cerveza: lúpulo, agua y cebada.
De esta
forma, se puso fin a varios siglos de experimentación en la elaboración
de cerveza y se garantizó que los consumidores pudieran disfrutar de
una bebida de calidad. O eso se dice.
En
vigor desde 1986, La Ley de la Pureza Alemana esconde varias teorías.
Aprovechando que cumple 500 años el próximo 23 de abril, voy a repasar
las principales razones que supuestamente impulsaron a Guillermo IV a
promulgar la legislación.
El
debate no lo centrare en si las teorías son falsas o ciertas. Como
todo en la vida, ni todo será cierto, ni todo será falso.
La Ley de la Pureza Alemana como ley de protección al consumidor
Circulan
por internet muchas teorías sobre las razones que llevaron al duque de
Baviera a aprobar la Reinheitsgebot (así se denomina la ley en alemán).
Por
ejemplo, se dice que Guillermo IV de Baviera quiso hacer una ley de
protección al consumidor y proporcionarles así una bebida más saludable.
Esta teoría tendría cierta lógica, puesto que es sabido que en la
antigüedad se elaboraba cerveza con una gran variedad de ingredientes.
Christian
Rätsch, especialista en plantas medicinales, argumenta que se quiso
prohibir el uso de aditivos psicotrópicos (Hay que tener en cuenta que
las cervezas podían contener desde setas lisérgicas o hasta mandrágora,
famosa por sus propiedades afrodisíacos).
La Ley de la Pureza Alemana, motivada por los intereses económicos de Guillermo IV
Esta teoría esconde intereses personales y económicos del duque de Baviera. Al parecer, Guillermo IV poseía el monopolio de la cebada.
Al prohibir el uso de otros cereales en la elaboración de cerveza, se aseguró un incremento exponencial en ventas
y beneficios. Puesto que los cerveceros no podían usar otro tipo de
granos, Guillermo pudo incrementar los precios sin miedo a perder
potenciales clientes.
La Ley de la Pureza Alemana, destinada a proteger a los panaderos
Muchas teorías apuntan a que, en realidad, la Reinheitsgebot quiso evitar que los elaboradores de cerveza acapararan las existencias de trigo y centeno, dos cereales mucho más apreciados por los panaderos para hacer pan, un alimento de primera necesidad.
Así
pues, a los cerveceros no les quedó otra que quedarse con las “migajas”
de los panaderos. Como punto negativo, algunos estilos vieron peligrada
su existencia, como la cerveza de trigo alemana: la Weizenbier.
En cambio, a favor hay que decir que esta ley podría haber protegido a la cerveza alemana de posibles adulteraciones.
¿Por qué no está incluida la levadura en la Ley de la Pureza Alemana?
Acabadas
las conspiraciones alrededor de lo que motivó la Reinheitsgebot, otro
de los aspectos que más suele llamar la atención es que la ley no
incluye la levadura entre los ingredientes de uso obligatorio para hacer
cerveza.
La explicación es sencilla: fue entre 1857 y 1863 cuando Louis Pasteur
demostró que la causa de la fermentación eran los microorganismos
vivos. Previamente, se desconocía cómo tenía lugar la fermentación.
De hecho, en el pasado se creía que una especie de magia influía en la cerveza y la fermentaba. Si estás interesado en este aspecto de la historia, te sugerimos que leas el post Cuando la cerveza era magia.Un saludo y gracias por vuestro tiempo.
Nos vemos en los bares.