St. Feuillien Triple
Descripción
St-Feuillen Triple es una
cerveza dorada fuerte belga que está certificada como una de las 17
Cervezas de Abadía oficiales que hay en el mundo. El monasterio de St-
Feuillen se inauguró en el año 1125 y los monjes empezaron a elaborar
cerveza allí. El nombre viene de un monje irlandés llamado Feuillen, que
llegó a Bélgica en el siglo VII.
ASPECTO
Cerveza color ambar claro con una cabeza blanca compacta que persiste. 10,5EBCCONSUMO PREFERENTE
Marzo 2017SABOR Y AROMA
Cerveza con un aroma intenso con una combinación única de lúpulos aromáticos, especias y muy afrutada. La segunda fermentación en botella le da un aroma único por la presencia de la levadura. Tiene un sabor fuerte y persistente por su densidad y su largo periodo de maduración. Para saborear con cuidado por su alto contenido alcohólico. 32 EBUTEMPERATURA DE CONSUMO
8-10ºCALCOHOL
8,5% alc 18ºPlatoACOMPAÑAMIENTO
Como aperitivo antes de
comer o para ser saboreada durante los meses de invierno. Acompañamiento
ideal de los quesos de corteza dura.
INGREDIENTES
Malta Pils, Lúpulos aromáticos, Especias.OTRAS CERVEZAS DE LA FÁBRICA
Saison, Grand Cru, Grissete y St. Feuillen Blonde/Brune/Réserve y Cuvé de Noël.Historia de la fábrica
Al disfrutar de una cerveza
de abadía belga se podrá degustar los frutos de una larga tradición que
afortunadamente todavía hoy en día perdura. Durante siglos, las abadías
fueron el “motor” de la economía.
Por otra parte, como los monjes sabían leer y escribir, la gente a menudo les atribuía un status de “científico”.
A
lo largo de los siglos los monjes han hecho contribuciones
significativas al desarrollo de la ciencia de la elaboración de la
cerveza. Sin embargo, las abadías no estaban a salvo del fuego, la
guerra o el saqueo. La Revolución Francesa (1789-1794) fue el toque de
la muerte para muchos.
Los monjes se vieron obligados a huir y
muchos edificios fueron reducidos a escombros. Desde el siglo XIX en
adelante, las nuevas abadías fueron fundadas o de lo contrario, los
monjes re-establecieron en edificios las abadía existentes que se
renovaron desde los cimientos. Las cervezas de abadía belga más antiguas
datan de este período.
Las Cervezas de Abadía
no son un estilo de la cerveza belga protegido. El nombre cubre cervezas
relativamente fuertes, doradas y oscuras, así como las triples y
cuádruples más fuertes. Hay una amplia variedad de aromas y sabores. Las
cervezas de abadía belga, con la excepción de las trapenses, son
elabroradas por fábricas de cerveza normales que pagan un canon a las
abadías por el uso de su nombre. En muchos casos estamos hablando de
abadías que dejaron de elaborar cerveza hace mucho tiempo y sólo sus
ruinas dan testimonio de un pasado cervecero glorioso. La Federación de
Cerveceros Belgas clarificó la historia de las cervezas de abadía en
1999 mediante la creación de la marca de calidad “Cerveza Abadía Belga
Reconocida”en un intento de contrarrestar los excesos comerciales. Este
sello de aprobación asegura al consumidor que existe un vínculo
histórico demostrable entre la cerveza y una abadía actual o anterior.
Los ejemplos pueden incluir los escritos antiguos que se refieren a la
actividad de elaboración de la cerveza, dibujos o pinturas que
representan una fábrica de cerveza o hallazgos arqueológicos
relacionados con la elaboración de la cerveza hecho dentro de los muros
de la abadía. Hoy en día, aunque los propios monjes no están
involucrados en la elaboración de la cerveza, se encargan de la imagen
de marca de sus cervezas de abadía supervisar su reputación y se
aseguran de que se cumplen las normas de comercio ético.
En
el caso de St. Feuillen, en el siglo VII, un monje irlandés llamado
Feuillien llega al continente para predicar el evangelio.
Desgraciadamente, en el año 655, cuando cruzaba un bosque perteneciente a
lo que hoy es el pueblo de Roeulx, fue martirizado y decapitado. En el
lugar donde se produjeron los hechos, sus discípulos erigieron una
ermita que, por iniciativa del obispo de la cercana ciudad de Cambrai,
en 1125 se convertiría en una abadía de monjes premonstratenses. Poco
después se la conocerá como “Abadía de Saint Feuillien de Roeulx”. Esta
abadía prosperó hasta la Revolución Francesa, cuando sufrió graves
daños, al igual que muchos otros establecimientos religiosos. Como era
típico en esa época, los monjes de esta abadía fabricaron durante siglos
cerveza para consumo propio. Esta tradición de la St. Feuillien se
mantiene hasta nuestros días, aunque ahora ya no son los monjes los que
elaboran la cerveza, sino la familia Friart, en su cuarta generación.