Card´Or
Descripción
www.st-feuillien.com
ASPECTO
Cerveza dorado pálido con una cabeza de espuma generosa y suave. 7,6 EBCCONSUMO PREFERENTE
Febrero 2018SABOR Y AROMA
Tiene un aroma muy bien estructurado, con un ligero y sutil amargor y muy refrescante. El primer trago es agradablemente dulce por el malta, con toques de melocotón. El amargor es delicado y sutil. Redonda y suave, es una cerveza muy agradable para beber y refrescante para la sed. 30 EBUTEMPERATURA DE CONSUMO
8-10º CALCOHOL
6,5% alcohol - 14ºPlatoACOMPAÑAMIENTO
Pescados blancos, ternera a la parilla. Quesos como el parmesano o los quesos de cabra. Espárragos verdes.INGREDIENTES
Malta Pilsen, lúpulo y levadura de fermentación alta.OTRAS CERVEZAS DE LA FÁBRICA
Historia de la fábrica
El próximo 22 de Mayo, la
localidad belga de Mons –en la región de Valonia– se convertirá en un
hervidero de gente, música y color gracias a la celebración del día
principal de su fiesta grande, el Ducasse o Doudou, una festividad que
se celebra cada año coincidiendo con el domingo de Trinidad (primer
domingo después de Pentecostés) y que cuenta con el título de Patrimonio
de la Humanidad.
La cerveza Car d’Or de la Brasserie Saint Feuillen quiere homenajear esta tradición de su localidad cercana.
El
festejo, que se prolonga durante ocho días, tiene su origen en una
antiquísima tradición medieval vinculada con la santa patrona de la
ciudad, Santa Valdetrudis y uno de sus eventos más señalados está
protagonizado por una singular obra de arte que cada año, y durante
apenas unas horas, se convierte en pieza fundamental de la fiesta grande
de los montois: el Car d’Or o Carro de Oro.
Cuenta
la tradición que, en el año 1349, y a raíz de una epidemia de peste que
estaba asolando la ciudad, las autoridades de Mons decidieron sacar en
procesión las reliquias de Santa Valdetrudis.El desfile religioso obtuvo
sus frutos y la peste cesó, de forma que el “éxito” de la santa se
conmemora desde entonces cada año con una procesión de las reliquias de
Valdetrudis, que rememora la liberación “milagrosa” de la plaga. El
sábado anterior a la fiesta principal, por la tarde, se procede al
descenso del relicario con los restos de santa Valdetrudis, custodiados
durante todo el año en la colegiata que lleva su nombre, y las reliquias
se entregan a las autoridades. A la mañana siguiente, día principal de
la fiesta, el relicario se deposita en el llamado Car d’Or –un carruaje
de madera datado a finales del siglo XVIII– que, tirado por caballos,
recorre la ciudad en una procesión que rememora la que originó la
tradición. Las reliquias van en todo momento acompañadas por un grupo de
monaguillos del coro de la colegiata, así como por un sacerdote de la
misma que va leyendo el santo milagro de Valdetrudis.
Tras
recorrer las calles de la ciudad, el Carro de Oro llega a la Rampa de
Sainte-Waudru, donde se lleva a cabo uno de los episodios más
importantes de la festividad: la montée del Car d’Or. Allí, el Carro de
Oro –con un peso estimado en unas cuatro toneladas– debe ascender por
una pendiente de casi el 20 por ciento de desnivel, ayudada por los
caballos de tiro y el empuje de cientos de vecinos de Mons, que harán lo
posible por que el carruaje ascienda hasta la “cima” sin detenerse en
ningún momento. Si el carro se para antes de llegar a lo alto de la
calle –así lo asegura la tradición–, traería mala suerte a la ciudad.
Así ocurrió en1803, con la Revolución Francesa y en 1914 y 1940, justo
antes de la Primera y Segunda Guerra Mundial.