La India Pale Ale era la cerveza de los paladines
de un mundo de novela: un imperio donde se vivía a sangre y fuego y era
tan extenso que nunca se ponía el sol en él. Un mundo de aventureros de
fortuna donde no sólo era legal la piratería, el tráfico de drogas y
la esclavitud, sino que eran las actividades más preciadas de la
compañía en la que la Corona Británica era socia.
En 1600 Elizabeth I concedió el Royal Charter y fue fundada la
Honourable British East India Company, con domino sobre la mitad del
mundo y poder omnímodo sobre gran parte de Asia. La joya de la corona
era India y la Compañía llegó a tener millones de súbditos, su propia
bandera y su ejército privado, aparte de negociar en casi todo,
incluyendo oro, esclavos, sedas y opio. India era gigantesca: desde
Ceylon al Himalaya y desde Baluchistán (hoy Irán) hasta el estuario del
Ganges, en Bengala.
Eso implicaba miles y miles de soldados de fortuna, marineros, empleados y burócratas sedientos.
La bebidas locales estaban representadas por delicias tales como
leche cuajada tibia, té o leche de coco. Esta era una perspectiva poco
atractiva para los expatriados británicos, acostumbrados al copioso
consumo diario de las potentes cervezas de la época.
El problema es que la cerveza tenía que viajar desde Inglaterra seis
meses en cargueros a vela por mares tropicales dando toda la vuelta por
el sur de África. El Canal de Suez no existiría hasta 1869 y la única
alternativa posible era el Cabo de Buena Esperanza. Tampoco existía la
refrigeración, los barriles de inoxidable, los antioxidantes ni los
conservantes. La cerveza iba en barriles de madera, y tenía que
soportar condiciones extremas. Las bodegas de un velero encalmado al
sol fácilmente alcanzaban los 50-60 grados y al dar la vuelta a Africa
los mares duros aportaban un intenso batido por muchas semanas. El
invierno al sur de Cape Hope era muy frío, con profusión de icebergs.
Las cervezas populares en la época , Pale y Dark Ales y Porters no
aguantaban el viaje, los primeros intentos fueron con Porters
embotelladas, que llegaban ácidas y sin gas, o directamente podridas...
por supuesto que se las tomaban igual.
Los veleros viajaban de vuelta a Inglaterra cargados con té,
porcelanas, sedas y sobre todo, especias. India era autosuficiente en
casi todo, así que los cargueros en el viaje de ida a Oriente iban
vacíos y los fletes eran muy bajos.
Inglaterra tenía que equilibrar la balanza comercial: le estaba
comprando mucho a China e India y les vendía poco y nada, pagando la
diferencia en metales preciosos. Todavía no había nacido la Revolución
industrial que inundaría el mundo de manufacturas inglesas ni se habían
inventado los bancos centrales para imprimir moneda y pagar las
importaciones con papel pintado.
Una de las formas ingeniosas que encontraron los británicos entre
1650-1750 para solucionar éste problema fue el comercio de la droga más
potente de la época: el opio. La Honorable Compañía lo cultivaba en
gran escala en India y se lo vendía a los chinos, pagadero en plata, la
cual luego era utilizada para saldar las importaciones orientales.
El negocio del opio, dentro del marco de la época era una actividad
perfectamente lícita y honorable, y era encarada como una actividad
mercantil más por el establishment. También era legal en el Imperio el
comercio de esclavos, que recién se aboliría a regañadientes en 1807.
El venderle opio a China era, aparte de un excelente negocio, una
actividad patriótica, pues servía para debilitar al gigante milenario y
allanarlo al libre comercio con Inglaterra.
Pero India no consumía opio y había pocas cosas que se le podían vender para evitar pagar con metales preciosos.
George Hodgson y su Bow Brewery del East London vieron en éste
escenario una posibilidad de negocios. De esos desafíos nace la India
Pale Ale, venciendo las dificultades del largo viaje por mar y
aprovechando brillantemente una ventana de oportunidad.
Los únicos recursos que tenía un cervecero de la época era el alcohol y el lúpulo, pues no había refrigeración y faltaba casi un siglo para la invención de la pasteurización en 1862 La combinación de alcohol y lúpulo brindaban un entorno poco favorable para el desarrollo de bacterias y microbios.
Hogdson crea una receta , la Hodgson`s India Ale y comienza a
enviarla en los 1790`s. Era una variación de su pale ale, favorecida
por los londinenses desde 1750 a la cual había aumentado
considerablemente la lupulización. Y en cuanto al alcohol, la IPA en
realidad tenía menor OG que las ales de la época, pero lograba un mayor
grado de fermentación, reduciendo los azúcares residuales no
fermentados y brindando menos oportunidad al crecimiento de
microorganismos al reducir los nutrientes.
Para 1800 Bow estaba vendiendo 9000 barriles anuales de IPA a India y
logra un cuasi monopolio al mantener fuera de ese mercado a los otros
brewers de Burton usando los trucos comerciales usuales en la época.
Todo era lícito para mantener a la cervecería competidora alejada del
cautivo y lucrativo mercado indio. La exclusividad tan laboriosamente
ganada haría grandes fortunas durando hasta avanzada la década de 1820.
Tanto éxito tuvo la IPA en el Imperio de ultramar y en las islas,
que de India Pale Ale pasó a ser conocida tambien como Imperial Pale
Ale.
La cerveza es la prueba de que Dios existe y quiere que seamos felices (Benjamin Franklin)